Opinión
¿Un zar empoderado o un zar Pilatos?

Tras sismo de 2007, a Favre lo mandaron a la guerra con un tenedor. Temo que a este mentado nuevo zar lo mandarán con dos tenedores.
“Nosotros somos gente de trabajo, podemos empezar de cero. Solo necesitamos que nos ayuden”. Así dice una señora que lo ha perdido todo. Ojalá estemos a la altura de semejante dictado. Ojalá seamos capaces como sociedad de responder a ese mensaje que percibo como venido de los siglos.
El peruano es laborioso, en nuestros genes está encriptado el secreto de la resiliencia. Si viéramos la historia en detalle entenderíamos que somos un país que a tenor de los indicadores mundiales debería haber desparecido más de una vez hasta terminar desmembrado. El último diagnóstico certero de nuestra desaparición lo firmó la Rand Corporation justo antes de la captura de Abimael Guzmán y el giro de las agujas que semejante hecho representó.
Volviendo a la señora damnificada… en ella y su laboriosidad confío. En nosotros, menos. Ya el solo hecho de que estemos buscando un zar para la reconstrucción tiene sus bemoles. Por un lado, huele a lavada de manos y por otro lado promueve, casi de manera manifiesta, la idea de que el único problema es elegir a la persona indicada. Señor presidente, el Perú pensó que había hecho precisamente eso el 5 de junio.
El caso del finado empresario Favre es ilustrativo. Nadie pudo discutir sus condiciones para el puesto tras el terremoto de 2007, pero de nada sirve tener al más indicado de los personajes si de por medio no se da un debido empoderamiento. A Favre lo mandaron a la guerra con un tenedor y temo, tal como se están planteando las cosas, que al supuesto zar de la reconstrucción lo mandarán a la guerra con dos tenedores.
En medio de la incertidumbre presente, queda claro que hemos llegado a este grado de indefensión ciudadana por una desatención detrás de la cual se encuentra esa inmensa ola de corrupción que nos sacude y no tiene color político.
Como si Odebrecht y su escandalera no fuesen suficiente lapo, tienen que venir los huaicos a recordarnos la inmensa tarea de reconstrucción para la cual necesitamos todos los fondos y más. Empezando por los que se trapichean bajo la mesa.
Entretanto el aluvión a veces impresiona menos que ver a los ministros en esta suerte de reality. Bien por ellos, pero ya mucha foto posada. La verdad me sentiría mejor, más positivo mi hermano, si el tan promocionado noticiero del COEN trajese información importante en lugar de apelar a la propaganda. Esa muestra nomás ya da resquemor.
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