Pero vaya que la pluma funciona aquí como una verga impune que va desflorando víctimas a diestra y siniestra. Pues seamos claros: el travesti "china Tudela"...
Señor Galarreta, la ocasión estaba servida para evidenciar nuevamente el doble rasero de los caviares, ¡y usted la desperdició!
A su misoginia, racismo y procacidad, Rafael León suma crueldad e insensibilidad.
Todos los excesos son malignos y deben evitarse: los que pueden afectar sensibilidades y los que quisieran limitar la absoluta libertad para la crítica.
No faltan quienes intentan relativizar el exabrupto del columnista, como si por haberlo hecho desde un personaje ficticio fuera menos agraviante.
La China Tudela es un personaje de ficción, no un seudónimo. ¿Tan difícil es entender eso?
El caso de Martha Meier y Rafo León sirve para medir susceptibilidades: ambos, por lo visto, son dos periodistas muy emotivos.
El caso Rafo León
Siempre el derecho a la libertad de expresión es de doble vía: individual y social, de pensamiento y opinión.