Ya lo decía Platón: “Quien no participa en política termina gobernado por los peores hombres”.
A seis meses de las elecciones, a ningún parlamentario le interesa mover un dedo para la verdadera reforma electoral.
De lo que son capaces nuestros congresistas por un voto
Otorongo no come otorongo: ni en el Congreso ni en la Confiep.
El Congreso anunció la aprobación del engañamuchachos, perdón, de "la curul vacía".