Respetaría muchísimo a los opositores a la legalización del aborto si en vez de marchas organizaran campañas de protección en beneficio de las niñas y adolescentes...
Entre las cifras de crecimiento que ostenta el Perú, esta no debería alegrarnos.
Ha quedado claro que un político no debe estar involucrado en violencia familiar, juicios por alimentos o problemas de filiación.