¡Benditos aquellos que lo ungieron, infortunados quienes lo sufren!
Obras sí, ¿pero a cualquier costo?
Mientras en las cúpulas del Legislativo y el Ejecutivo se pelean sin fin, ¿qué está pasando con el millón de damnificados?
Será difícil mantener los puntos ganados en las encuestas, pero si se vuelven el piso necesario para la gobernabilidad el país lo agradecerá.
La población sabe valorar cuándo están presentes los elementos de una buena gestión pública.
Es el momento de apostar por una responsable política urbanística y de edificación.
Se está hablando de montos sin conocerse exactamente de la magnitud de los daños.
La dicotomía del presidente y la pertinencia o no de los Juegos Panamericanos