A raíz de la renuncia de Juan Díaz Dios: descalificaciones laborales por ideas políticas o pertenencias partidarias son inadmisibles.
A la lucha se han unido las mujeres que cruzan América exigiendo nuestra solidaridad.
La paradoja es que pueda terminar por seguir la misma senda que Hugo Chávez.
Una opción política alimentada por las contradicciones del liberalismo solo conoce los extremos.