Antes que una campaña, la del 2016 promete ser un reality.
Nuevo ministro perfila estilo que desnuda el exhibicionismo y la demagogia de su antecesor.
Ya no hay más mítines ni polémicas: hoy se apuesta por la destrucción del adversario político.
El Congreso y el país deben saber todo sobre el flamante jefe de la DINI.