Chupón con chupón se paga

Si nadie recibió castigo por el audio en el que diversos parlamentarios intentan llegar a un acuerdo político (en julio de 2013) para definir a los integrantes del Tribunal Constitucional y el BCR —escándalo que, en su día, fuera bautizado como “la repartija”—, y tan solo en noviembre pasado se espió y chuponeó a una asesora parlamentaria —la recordada Patricia Robinson— sin que tampoco se diera con los responsables, ¿de qué nos sorprendemos ahora cuando el PPC denuncia que una reunión de su bancada realizada este lunes 23 —en una sala del Congreso y a puerta cerrada– haya sido grabada subrepticiamente y posteriormente ofrecida entre asesores?

Como se recuerda, el caso Robinson —que involucró también al extitular del Parlamento, el huambrillo enamorado Víctor Isla— salpicó a la propia presidenta del Legislativo Ana María Solórzano, quien, según indicios expuestos por la propia agraviada tenía vela en este entuerto. Pasaron los meses y simplemente, ¡nada de nada!

A ello se suma la incursión no autorizada dentro de sus oficinas en el Parlamento denunciada hoy también por Víctor Andrés García Belaunde, uno de los principales acusadores de la DINI y sus excesos.

¿Así querrán ser recordados los muchachos de Gana Perú en su paso como mayoría en el Congreso? Triste récord.