Opinión
Abimael: 23 años después

Conmemoración de su caída es menos importante que profundizar en los orígenes de Sendero Luminoso.
A medida que cada 12 de setiembre recordamos la captura del líder de Sendero Luminoso Abimael Guzmán —gracias al excelente trabajo del Grupo Especial de Inteligencia de nuestra policía de entonces— me pregunto si vale tanto la justa conmemoración de ese exitoso operativo como hurgar siempre más en las raíces que dieron vida al fenómeno terrorista en nuestro país.
Me explico. Hoy sumamos 23 años de la caída de Guzmán y por lo tanto nos acercamos al cuarto de siglo de tal episodio. Muchas aguas han pasado bajo los puentes del marco histórico peruano postsubversión. Lo principal es que sostenemos en este lapso un modelo económico abierto el cual, sin duda, forjó muchas oportunidades a más peruanos, fortaleció los recursos públicos y redujo la pobreza.
Pero también es cierto que el modelo es todavía endeble por falta de velocidad en reformas paralelas (educación, infraestructura, innovación científica y tecnológica, fortalecimiento de las instituciones del Estado) y no resulta tan quimérico que pueda colapsar. Algunos economistas apenas le dan cinco años más de vida con relativo oxígeno y aceptación.
¿Hay espacio para que este colapso haga surgir opciones demenciales como lo fue SL? Creo que sí. Los peruanos promedio tenemos el signo colectivo de dormir sobre laureles y apostar por los pilotos automáticos. Sin dejar de aplaudir la prisión y caída de Guzmán y los suyos, profundicemos siempre sobre lo que los hizo nacer. Será lo acertado.
-
hace 2 años
Alan García en la Historia
-
hace 2 años
#ESCÁNDALO: Renuncie, señora ministra
-
hace 5 años
Humor negro
-
hace 2 años
Flores y temblores en el Minedu
-
hace 2 años
Show business
-
hace 2 años
“Me parece ridículo”
-
hace 2 años
¡No me grites! ¡Hombre, vete a la…!
-
hace 2 años
¿Cuál es el motivo de las versiones contradictorias de la periodista Paola Ugaz?